Era un domingo común y corriente, yo me paré de lo más proactivo a las 6:30 de la mañana y me sentía capaz de cambiar el mundo, agarro las llaves del carro, me monto, lo prendo y lo muevo dentro del jardín de la casa, lo apago, me baje y cierro la puerta oh oh primer error, se cerraron los seguros y deje las llaves pegadas, pienso rápidamente y voy a mi cuarto a buscar la copia, abro el carro con la llave de repuesto, lo prendo con la llave que había dejado pegada y lo vuelvo a mover, aquí la cosa llegó a ser una especie de loop, por alguna extraña razón que no se cual es una vez más apago el carro, me bajo y cierro la puerta oh oh segundo y gravísimo error se cerraron los seguros, con las llaves pegadas y las copias adentro también en el asiento de copiloto. Aquí comencé a maldecir insultarme a mí mismo y luego de escuchar burlas y regaños de todos en mi casa logré abrir el carro con un alambre que consiguió caiman. De todo esto me quedó una moraleja y es que cuando te pares con las ganas de cambiar el mundo, mejor devuélvete a tu cama y ponte a dormir porque sino será el mundo el que te pueda cambiar a ti.
martes, 2 de marzo de 2010
Las llaves
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Coooño que mierda eso pana pero te aseguro que no eres el unico al que le haya pasado eso jajaja yo tengo una sola copia de la llave del mio y ya lo se abrir con un alambre jajaja.
ResponderEliminarDemian
jajajajajjajajajaja que barbaridad demianti, epa demianti no sabía que ya tenías carro
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