domingo, 25 de marzo de 2018

Costirex


No importa cuando leas este mensaje, lo que importa realmente es que cuando lo leas, sientas el «feeling» -valga la redundancia- del momento. Marico, imagínate estar tomado un épico cubalibre con su respectiva dosis de amargo de angostura, con rocanrol de fondo y rememorando la época dorada de  nuestras vidas. La época de la partuza indefinida, donde los lunes eran viernes, porque así lo decidimos, porque la juventud y la alegría permitía que así fuese. Donde nuestra preocupación más grande era hacer una vaca, para comprar una botella de ron (superior). Marico, qué bolas que hoy 2 países nos separan, pero el ron siempre nos une ( y las birras, y el güisqui) además de la vida, que nos unió desde el primer momento que nos vimos/conocimos... ja, qué arrecho que Kathy estaba también presente en ese momento que nos conocimos, como siempre ha estado presente en nuestras vidas, para hacernos felices. Bicho, hoy brindo a la distancia contigo con un cubalibre, por tus 37, por mis 36 y por todos los que vendrán. Salú por ti, por mí y por nuestra maravillosa amistad.

Pd: este texto es extraído de un mensaje de WhatsApp, mientras tomaba ron y escuchaba rocanrol.

viernes, 2 de febrero de 2018

Año nuevo, vida nueva.



El 2017 fue un año movido, lleno de altibajos.

De cosas buenas y no tan buenas.
Lo mejor que pasó, sin duda alguna fue poder volver a Venezuela, -al menos de visita-. Una visita que me hizo convertirme oficialmente en todo un Señor literalmente. Porque tal cual como manifestaba la invitación de #SabesLaBoda, «después de 3 años y 3 países, Marielena y yo nos casamos». Y cada vez que alguien me pregunta, ¿Qué tal la boda?, siempre respondo: mejor de lo que me imaginé. Y con esto no quiero decir que me imaginaba que sería un fail, sino todo lo contrario, fue tan brutal, que superó todas mis expectativas, incluso las de Marielena (ahora mi esposa).

Sin duda alguna el 2017 me dejó la satisfacción de ver a mi familia, y comenzar  a crear una nueva. Por lo pronto, el 2018 empezó con la satisfacción que te da conseguir un nuevo apartamento. Ahora puedo citar el coro de esa legendaria canción: «Año nuevo, vida nueva. Más alegre los días serán».